9/1/14










Chris in the morning transmitiendo para todo el condado de Arrowhead desde la pequeña Cicely. Buenos días amigos y feliz despertar.
Hay días en los que a uno le gustaría que el despertador no sonase ahí fuera, en el mundo real, porque en el mundo de los sueños la mayoría de las veces la existencia es más fácil, o cuanto menos más hermosa. ¿Quién no ha soñado alguna vez que lograba aquello que ansía en la vida? Pues bien, hoy me he levantado con la sensación de haber experimentado en sueños que mis más profundos anhelos se hacían realidad, en el mundo de los sueños claro. Y es que tal es el grado de certidumbre que poseen éstos, que realmente nos creemos viviendo esos momentos. Con razón alguien dijo una vez que "si hubiese imposibles, que alguien le explicase entonces el misterio del sueño". Soñamos para reparar nuestras neuronas, para poner a punto nuestras células grises y dejarlas listas para otro día de duro trabajo. Pero también, y como decía Freud, para dar rienda suelta a nuestros más íntimos deseos, para habitar en "nuestro mundo", el de cada uno en particular, mundos en los que por muy estrafalarios que sean nuestros sueños, reflejan la realidad que llevamos grabada en nuestros corazones, nuestra utopía particular. Hay quien asegura que para que las cosas nos sucedan, primero tenemos que soñarlas. es decir, para que nuestra predisposición o voluntad de hacer algo en la vida real se materialice precisamos de "vivirla" primero en nuestros sueños, hacerla posible durante el sueño, para asi traspasarla a la realidad cotidiana del presente en el día a día. No sé si este último extremo será cierto, lo que si que es verdad es que cuando uno sale de esos hermosos sueños la sensación de sentirse renovado es doble, pues al descanso físico se suma ese descanso espiritual de haber experimentado la felicidad de ver cumplidas nuestras ilusiones. Calderón nos recordaba que toda la vida es sueño, asique ¿qué tal si vivimos hoy como si todo fuese posible? Porque después de todo, como decía el maestro dramaturgo, los sueños, sueños son, pero...¿y si hoy se vuelven realidad? Quizá solo tengamos que soñarlo... Feliz día amigos.


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