3/1/14









Amanece un nuevo día repleto de incognitas Cicely. Buenos días, os habla Chris en la mañana. Quizá llueva mañana dice el pronóstico del tiempo; quizá quede contigo nos dice alguien en las redes sociales; quizá suba de nuevo el recibo de la luz a mediados de año; quizá no sirva de nada, nos decimos a nosotros mismos cuando no acabamos de creernos lo que estamos haciendo... Un quizás a tiempo puede siempre ser un buen comodín ante la incertidumbre, pero cuando nuestros días se llenan de "posibles" el juego de existir se convierte en algo tan aleatorio que nos despoja de la aventura de los invariables SI y NO. La emoción del jugarselo todo a una carta, de arriesgar para ganar aunque luego resulte que perdamos. La vida sería mucho más fácil con una respuesta que en toda ocasion nos curase en salud ante lo que ignoramos, pero la existencia resultante de esa anodina forma de responder a los interrogantes que hacen grande nuestro pasar por el mundo nos llevaría a poco más que vegetar imbuidos en un cuerpo en exceso gobernado por la prudencia. ¿Nunca os habéis felicitado por haber dicho que sí a aquel plan loco que nadie excepto vosotros veía claro? ¿Habéis experimentado alguna vez la dicha de volver a casa con el amanecer después de pasar una noche que prometía ser de sueño y acaba siendo de vigilia? ¿Y que decís de aquella relación personal por la que no apostábais ni un dólar hasta que en el último momento os decidísteis a quedar en el parque? Nada de eso hubiera sido posible sin una respuesta valiente que  nos moviese a la acción. Un abandonar las seguridades de la duda para adentrarnos en el océano de las sorpresas. Por eso, Cicely, hoy estoy aqui para deciros que aunque a veces yerrre en mis proyectos, aunque a los ojos del mundo pierda credibilidad tras cada plan no realizado, prefiero eso a ser como aquellos que renuncian a algo mejor amparándose en una certeza mediocre que les impide ver más allá de sus prejuicios y sus propias seguridades. Un quedar bien a cualquier precio. Asique hoy he decidido que aunque no sepa si me cruzaré con el amor de mi vida en este día, actuaré como si así fuera. Aunque ignoro si lloverá o no me la jugaré con tal de no llevar un estúpido paraguas a todos los sitios...Porque quien nada arriesga nada gana, quien duda de todo acaba dudando de si mismo, pero sobretodo, porque solo cuando cerré los ojos y me dejé llevar por mi intuición entendí que la vida no es más que un juego...y hemos venido a jugar asique qué demonios: ¡adelante!

1 comentario:

  1. Mucho ánimo con este blog! Todos los aficionados a Doctor en Alaska te lo agradeceremos.

    ResponderEliminar