Buenos días Cicely!
os habla Chris en la mañana, desde la
K-Oso. Amanece una nueva semana en la soleada Alaska. El invierno pronto se batirá en retirada, estamos ya a mediados de enero, asique no os preocupéis si esta mañana tenéis que darle al contacto de vuestra pick-up tres veces antes de conseguir que arranque.
Hoy os traigo una vieja leyenda india que algunos de vosotros sin duda
conoceréis, pero nunca está de más recordar. Se la contó un anciano Cherokee a su nieto, y dice algo así:
-Dentro de nosotros, hijo, se produce constantemente una
lucha entre dos lobos, es decir, dos lobos que todos llevamos en nuestro
interior. Uno es la maldad absoluta: es egoísta, autoritario, brusco,
arrogante, ruin, es la guerra, el resentimiento… El otro es un lobo bueno:
simboliza la verdad, la paciencia, la comprensión, el altruismo, la constancia… El niño se quedó
pensativo después de escuchar la leyenda y le dijo a su progenitor: -¿y qué lobo gana, abuelo? Él le dio una respuesta breve
pero profunda: -El que tú alimentes,
-le dijo. -El que tu alimentes.
Constantemente en
la vida tenemos ocasión de elegir: elegir el bien o elegir el mal.
La sociedad a veces anima e incluso llega a justificar que elijamos lo
segundo. Pero recordad siempre: somos nosotros los que tenemos la última palabra. Nosotros decidimos
a qué lobo alimentar. No sé por qué, hoy he recordado esta historia cuando de
camino a la emisora me preguntaba cómo podría saludaros, asique ahí os la dejo,
tal y como la escuché la primera vez. Espero que os sirva y que el lobo que salga victorioso
en la batalla de vuestro ser interior sea siempre el de la bondad. De esta
forma no solo ganará él y vosotros, sino también el resto de ellos de la gran manada humana: nuestro
prójimo.