Buenos días Cicely! Hoy mi cabeza se ha levantado más filosófica que de costumbre, y ha sido ver a mi corazón y se han puesto los dos a empezar un debate sobre cosas trascendentes. Al ir a desayunar me ha parecido escucharles. Esto es más o menos lo que acerté a oír:
corazón, ¿por qué es tan difícil cuando algo te interesa realmente evitar pensar que lo vas a perder? -No lo sé, quizá porque cuanto más complicado de conseguir sea aquello que nos interesa conservar más temo que se escape para siempre. - - Sabes que yo suelo hacer locuras que a veces hasta tu misma crees que no tienen sentido. Si lo hago es precisamente para demostrarte que no importa perder algo o a alguien si continuamos manteniendo viva nuestra ilusión, nuestro espíritu de búsqueda, ya sabes, aquel de los primeros pobladores de Cicely, que pasaban por el tamiz toneladas de arena de río para tratar de encontrar minúsculas pepitas de oro. Si no es en esta batea no importa, la pepita final aparecerá resplandeciente en la próxima. - Entiendo.
-Por cierto, quizá tú sabrás responderme a mi pregunta también: ¿Por qué te empeñas en poseer obstinadamente aquello que amas, cabeza? ¿Por qué pretendes pasarlo todo por el filtro de la razón? ¿No te das cuenta que con ello lo único que consigues es preocuparte por cosas que quizá no sucedan y además correr el riesgo de sentirte vacía cuando logres poseer realmente lo que buscabas? ¿No sería mejor dejarlo fluir, disfrutarlo, olvidar tanto pensar y abandonarse a la aventura? -Puede que tengas razón corazón, pero la experiencia me dice que si algo puede salir mal, quizá salga mal. Por eso intento reducir riesgos, intentar tenerlo todo controlado. Por eso no quiero compartir lo que me hace feliz.
corazón, ¿por qué es tan difícil cuando algo te interesa realmente evitar pensar que lo vas a perder? -No lo sé, quizá porque cuanto más complicado de conseguir sea aquello que nos interesa conservar más temo que se escape para siempre. - - Sabes que yo suelo hacer locuras que a veces hasta tu misma crees que no tienen sentido. Si lo hago es precisamente para demostrarte que no importa perder algo o a alguien si continuamos manteniendo viva nuestra ilusión, nuestro espíritu de búsqueda, ya sabes, aquel de los primeros pobladores de Cicely, que pasaban por el tamiz toneladas de arena de río para tratar de encontrar minúsculas pepitas de oro. Si no es en esta batea no importa, la pepita final aparecerá resplandeciente en la próxima. - Entiendo.
-Por cierto, quizá tú sabrás responderme a mi pregunta también: ¿Por qué te empeñas en poseer obstinadamente aquello que amas, cabeza? ¿Por qué pretendes pasarlo todo por el filtro de la razón? ¿No te das cuenta que con ello lo único que consigues es preocuparte por cosas que quizá no sucedan y además correr el riesgo de sentirte vacía cuando logres poseer realmente lo que buscabas? ¿No sería mejor dejarlo fluir, disfrutarlo, olvidar tanto pensar y abandonarse a la aventura? -Puede que tengas razón corazón, pero la experiencia me dice que si algo puede salir mal, quizá salga mal. Por eso intento reducir riesgos, intentar tenerlo todo controlado. Por eso no quiero compartir lo que me hace feliz.
...Yo llegaba tarde a la emisora así que tuve que dejarles con sus historias y no sé como acabaría la conversación. Quizá vosotros podáis ayudar a esta extraña pareja a resolver sus dudas. Sólo sé, amigos, que estamos en este mundo para sacar provecho de cada minuto que se nos ha dado. Y que puede que sea demasiado tonto tratar de soñar con una plenitud futura olvidando que ahora mismo la felicidad está pasando por nuestra puerta. Y que todos merecen disfrutarla, asi pues vamos al río! pero no intentemos meterlo todo ello en botellas de vodka, Holling tiene suficiente para todos no os preocupéis. Feliz día amigos, os habló a vosotros Chris en la mañana desde la emisora local. Carpe diem.
https://www.youtube.com/watch?v=wsOnvsf6zBM

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