12/8/15


Buenos días Cicely, una mañana más compartiendo con vosotros desde la radio esto que llamamos vida. Si siempre hay motivos para mirar al  cielo, hoy no podemos dejar de hacerlo cuando la noche se pose sobre nuestros hogares allá donde estemos. Sí, amigos, porque esta es la noche de las estrellas fugaces, la noche de los deseos y de la convicción de que nada permanece, que todo se pasa, a veces a un ritmo tan rápido como esas luces brillantes que surcan el firmamento a velocidad imposible cuando el verano comienza ya su lenta retirada, a falta de dos semanas tan solo para septiembre, que con su ejército de hojas y de nueces recoja todo lo que hayan pdido dar de sí las vacaciones antes de guardarlas en la lata sin brillo  del tiempo transcurrido. Tumbados sobre la hierba, el tiempo se detiene y fascinados por la increíble visión del firmamento nocturno, comprendemos lo insignificantes que somos en el cosmos. El vuelo rápido y sorpresivo de las perseidas nos recuerda entonces la brevedad de la vida, la necesidad de aprehender esos momentos que hacen que ésta tenga sentido, antes que el sol del nuevo día llegue para pintar de azul o gris el nuevo cielo.
Kant, el filósofo alemán, únicamente deseó tener el cielo estrellado sobre su cabeza y la ley moral en su corazón, nada más. Con esto le bastó.
Puede que nosotros no estemos en el desierto de Atacama, o en la Isla de Pascua, pero en Cicely también hay estrellas. Solo tenemos que alejarnos de la luz artificial de la civilización y regresar a las penumbras mágicas e inciertas de nuestro pasado más natural. La luna, que este año está en fase nueva, nos ayudara a descubrir estos pequeños meteoritos entre el brillo inmóvil de las demás estrellas. Tras ellos va una estela de deseos formulados en el silencio cómplice de la noche. Si quieres sumar los tuyos a esa estrella, amigo, no dejes de levantar la cabeza hoy, para dejarte hipnotizar por los cielos líquidos de agosto. La lluvia de estrellas es la mejor excusa, pero no la única para hacerlo.  Descubrirás un universo inabarcable y mágico, del que formamos parte como un minúsculo puntito azul en medio de la inmensidad del mundo.

Feliz día Cicely. Os habló Chris Stevens, desde la salvaje Alaska, la tierra de las promesas y los osos kodiak.

https://www.youtube.com/watch?v=26vJzom3MPs