Good morning Cicely! ¿Cuándo fue la última vez que fuiste un naúfrago? Todos nos sentimos alguna vez naúfragos de algo o de alguien. Perdidos
en el océano de las dudas. Soñando con ese “barco” que nos rescate de nuestra
isla solitaria, en donde encallamos los días de tormenta. A veces volamos alto,
más alto que las últimas nubes. Desde allá arriba todo parece tan diminuto….los
problemas parecen no existir y nos dejamos mecer por las corrientes de aire. La
brisa sopla en nuestra frente y mientras disfrutamos, por un momento olvidamos
que en el viaje de cada una de nuestras vidas también se cuentan los
naufragios. Personas que desearíamos que estuvieran y no están, lugares a los
que añoramos regresar pero permanecen lejanos, sueños que se posponen sin que
tengamos claro a qué punto nos dirigimos… Naúfragos Cicely, en el más literal
sentido de la palabra. Y aquí es cuando entra en juego el viejo Chuck, Tom Hanks
y su isla. Y Wilson, su inseparable compañero esférico. Al regresar a Memphis,
a la gran ciudad, tras cuatro años abandonado en una isla en medio del Pacífico,
este héroe anónimo reflexiona sobre lo vivido. Sobre la falta de esperanza que le
llevó a intentar incluso suicidarse. Y sobre ese momento lúcido, en el que descubrió,
arropado como por una manta suave, que tenía que sobrevivir. Aunque la lógica le
dijera que iba a morir allí, solo, en medio del océano. Debía sobrevivir, no darse
por vencido jamás. Y un día, la marea le trajo su salvación. Y emprendió su gran
viaje hacia lo desconocido. Abandonó la isla y se internó en el profundo mar donde
sus sueños se habían hundido hacia meses y meses… Su ejemplo hoy, amigos, nos habla
de no rendirnos jamás, de esperar cada mañana lo que la marea pueda traernos, que
quizá sea eso o ese alguien que tanto estábamos añorando.
Saludos de este viejo
náufrago: Chris Stevens, para todo el condado de Arrowhead en esta tarde gris y azul océano de mediados de verano.
https://www.youtube.com/watch?v=7VKTackY2OY
